Al frente de la Secretaría de Gobierno y Monitoreo Institucional, María Luján Salgado enfatiza en la importancia de la actividad política para dar respuesta positiva a las necesidades de la comunidad. Además se refiere al rol que cumple la institución familiar en su vida y al valor de la calidad educativa para enaltecer la gestión y el desarrollo humano.
“Mis padres fueron muy laburantes, mi mamá era ama de casa y hacía changas como para poder sobrevivir el día a día, y mi viejo estaba en constante laburo independiente, salía todos los días a ganarse el pan. Ellos me inculcaron que el trabajo dignifica”,confiesa María Luján Salgado, secretaria de Gobierno y Monitoreo Institucional de Malvinas Argentinas.
Tiene 34 años, estudió Licenciatura en Gestión y sus inicios laborales están enmarcados en espacios de contención social, “en comedores o en actividades que tenían que ver con los chicos”, recuerda. “Eso me abrió las puertas en la Subsecretaría de Deporte Social de la Nación. Ahí estuve 7 años, impulsada a través de las prácticas deportivas y de la inclusión de instituciones dentro de la comunidad, donde la educación era transversal a todo tipo de gestión, no solamente en las escuelas, respetando a las entidades, sino al docente, al directivo. La comunicación y el respeto, descentralizado y con profesionales”, amplía entusiasmada.
Nunca –risas–. Sé a la hora que entro pero no sé cuándo salgo. Estoy muy comprometida con mi responsabilidad.
Si es domingo, en algún rato libre, me separo del teléfono o del radio y trato de tener cierta armonía. La unión familiar es fundamental en cada una de las cosas que hago. Pero es mucha la pasión que uno tiene. Y tenemos que estar atentos a todas las demandas e inquietudes de los vecinos.
No lo tomamos así, ahí está el tema, para nosotros un trabajo sería decir ‘llegamos a las 8 y nos vamos a las 4’. Lo pensamos en los objetivos alcanzados en el día, y en que quizás un vecino o una problemática de salud o seguridad no pueden esperar. Tiene que ver con el compromiso, me formé así desde chica.
Entre la infancia y su familia, justo ahí exhibe María Luján conceptos adquiridos que funcionan como base para proceder en la rutina laboral: “Creo que hay una proyección a nivel espiritual, me manejo a partir de eso. Uno puede superarse no sólo por la contención sino por cómo está dentro de su espíritu. Así renuevo fuerzas, es una cuestión de fe y creencias”, expresa con orgullo, y encuentra además algunos rasgos característicos en su adolescencia que la identifican actualmente con su cargo: “Siempre fui líder, delegada, en los cursos o en la secundaria. Tiene que ver con los valores y cómo a uno se los fueron inculcando”.
Política hacemos todos, en cada momento, para generar igualdad de condiciones. Así llevamos a cabo tareas y funciones que se agrupan a través de un proyecto popular, masivo, sin estigmatizar a diferentes situaciones que tienen que ver con las clases sociales. Ahí entra la contención que va a tener cada uno en sus familias. A veces no se maneja el equilibrio que se tiene que manejar y se producen rupturas por una discusión. Eso sí es invasivo.
María Luján Salgado espera unos segundos antes de contestar, se concentra y ubica sus futuras palabras con precaución. Sobre todo inmediatamente después de recibir inquietudes que rozan su costado personal. Declara al respecto: “Disfruto las cosas que hago. En todo momento, cada lugar tiene su encanto. Y siempre apunté al consenso. Tenemos un equipo joven y nos nutrimos de personas que tienen experiencia. El monitoreo institucional está dado justamente en una cohesión grupal con todas las áreas. Y esa estructura te permite estar presente en todas partes. Así lideramos la gestión de gobierno orientados a lo que nuestro intendente nos va dictando, con estrategias en cada una de las disciplinas”.
Paralelismos no, pero me siento muy cómoda por el grupo humano en el que estamos y con el formato que se logra obtener, que es también economizar todos los recursos y proyectarlos en un lugar con distintas actividades.
Liderando equipos y en la estructura a la que hoy pertenezco. Pero trato de estar siempre en el presente, enalteciendo y mejorando, proyectando en base a un determinado tiempo y con una expectativa de logros enfocada en la gestión y el bienestar del vecino.